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La pintura del interior

También en el interior hay que pintar...que el barco no es solamente el lado de afuera.

 

Claro, claro, a uno le gusta vivir el barco en el cockpit, olfateando las aguas abiertas del proceloso...río (la mayoría; los de costa salada cambien por ...mar), pero donde se come, se duerme, etc., etc. , (eso también), y lo que se muestra orgullosamente a los amigotes, es el interior.

 

Valga, en muchos cruceros el interior alberga también el cockpit.

 

Por lo tanto, el interior debería ser objeto también de prolijos cuidados, ya que el ¨afuera¨ lo hemos dejado impecable pintando el fondo y la obra muerta (hasta la franja variable nos salió derecha...).

 

Sin embargo, somos capaces de tolerar algún rayón en un mamparo o la suciedad en los alrededores del motor, mientras que no soportaríamos un regalito de mosca en una banda. Será porque lo de afuera lo ven los demás y sólo nosotros vemos lo de adentro ?

 

Desde el punto de vista de la protección, que hemos venido apuntalando en anteriores notas, es tan importante pintar adentro como pintar afuera. Las amuradas, los mamparos, la sentina, no son ni más ni menos que el dorso del casco. Si bien no están sujetos a los ataques directos del agua o de la intemperie, forman parte integral del barco, como que no hay pecho sin espalda, y no es cuestión de ponerse sólo la pechera y resfriarse por el lomo.

 

Estamos hablando de no dejar superficie sin proteger, y para esto tratemos de visualizar que la ¨piel¨ de la embarcación es continua y fluye de afuera adentro y viceversa.

 

Qué usar

En barcos de madera, es usual mantener los interiores pintados con esmalte sintético. Si su barco es un clásico, esto es coherente con los sistemas aceptados de pintado del casco, y está bien; sin embargo, cuando se ha cambiado el sistema de pintado del casco por epoxy-poliuretano, si damos sintético en el interior estaremos protegiendo ambas caras de un mismo plano con dos películas de características bien distintas: lo más resistente, duro e impermeable por fuera y algo más permeable y bastante menos resistente por dentro. Esto permite a la cara interna, a la larga, absorber más humedad, por caso, y esta infeliz circunstancia, de no ser vigilada, podrá revirar las maderas o los multilaminados, introduciendo tensiones no deseadas en la estructura.

 

En barcos de PRFV, no se aplica esto tan al pie de la letra, pero los interiores de barcos que no se utilizan diariamente (o sea, la gran mayoría) son grandes acumuladores de humedad, y lo adecuado es protegerlos también de ella, aunque la agresión mayor por humedad esté en el exterior. Esto vale tanto para la construcción de madera como para la de PRFV.

 

Por lo tanto, es adecuado dar adentro lo mismo que afuera. Los materiales sobre los que pintar son los mismos, y los trataremos de igual forma. 

 

En el compartimiento del motor y del tanque de combustible, será muy conveniente dar un par de manos de un epoxy autoimprimante resistente a aceites y combustibles. El mismo servirá muy bien para pintar el receptáculo de las baterías, porque es capaz de soportar pérdidas de electrólito sin mayores inconvenientes. En la sentina y lugares de acceso complicado (presencia de cuadernas y refuerzos, superficies complejas, etc.), donde la belleza no es imprescindible pero la protección sí, una o dos manos de epoxy autoimprimante son más sencillas de aplicar que una de imprimación y dos o tres de esmalte, y soportarán mejor las condiciones de trabajo de esos sectores (alguien vio, salvo en divagues oníricos, una sentina completamente seca ?). Aquí blanco es el color, para que se vea claramente cualquier cosa extraña.

 

Pensemos también que hay algunas superficies internas que están expuestas a agresiones intensas: los pisos, por ejemplo, o los ángulos formados por el encuentro de mamparos transversales y longitudinales, donde habitualmente nos pegamos al tratar de llegar al baño durante un pesto del Sudeste, por ejemplo.

 

Las superficies interiores de madera no a la vista o de PRFV se pintarán de igual manera que la obra muerta, como ya hemos visto.

 

Maderas a la vista

La excepción aquí son las maderas a la vista. Hay constructores de embarcaciones que saben que las lacas de secado rápido no son una elección demasiado duradera, y aplican en las maderas interiores a la vista poliuretanos incoloros de dos componentes, tratándolos de igual forma que hemos comentado en la nota anterior con respecto a los barnices. Hecho esto con dedicación, no hay diferencia con la laca más fina, y es mucho más resistente y duradero.

 

Las lacas, por definición acabados de secado muy rápido, forman películas muy brillantes y duras, pero que si se rayan dejan marcas blanquecinas, y adolecen de un problema serio para el uso que nos interesa: por su misma velocidad de secado, y por no polimerizar después de aplicadas, no penetran en los poros de la madera, no echan ¨raíces¨, y su adherencia es pobre. Cuando envejecen, tienden a amarillear y se vuelven quebradizas; esto, unido a lo anterior, causa su desprendimiento en forma de láminas. Es interesante observar que cuando esto sucede no quedan marcas en la madera –es como si nunca hubiera sido revestida.

 

De manera pues entonces (como decía un queridísimo profesor de Historia de mi colegio secundario), que lo que mejor se bancará nuestros ataques será la ya conocida receta epoxy-poliuretano para las superficies pintadas y el poliuretano incoloro de dos componentes para las maderas vistas.

 

En los pisos, esto soportará muy bien las condiciones más diversas, desde los pies mojados porque en el cockpit se llueve todo, hasta el tuco de los tallarines que se fue al suelo en un domingo pasado por rosca.

 

Recuerde lo que dijimos de los barnices, y aplíquelo a las maderas interiores: poliuretano incoloro de dos componentes, varias manos con diluciones decrecientes, 24 horas entre manos, lijando entre manos, salvo las dos últimas.

 

Hay partes del interior que pueden ser barnizadas con barniz alquídico sin problemas: marcos de tableros, bordes de violines, cosas así, que normalmente no hacen trabajo pesado ni están sujetas a roces, golpes, ni ataques químicos. De todos modos, no conviene usar para esto un barniz común para interiores, sino el mismo barniz marino que le hemos dado a las maderas vistas exteriores. Así su prestancia y su duración serán muy superiores.

 

Ventilando

Es cierto que estas pinturas y barnices tienen solventes fuertes y que los interiores de las embarcaciones promedio suelen ser bastante confinados. La primera premisa es ventilar abriendo todo lo que se pueda abrir para crear corrientes de aire; la segunda es utilizar mascarilla, la tercera es salir de vez en cuando, cruzar dos palabras con alguien y asegurarse de no estar diciendo pavadas.

 

Salvo para profesionales muy entrenados, la aplicación con pistola no es práctica en interiores de embarcaciones; la divertida aventura de pintar puede convertirse en un instante en una pesadilla espacial con escafandra y todo. Evítela.

 

Claro que el esmalte sintético es popular porque no hay que mezclar nada y porque casi cualquier aficionado lo puede aplicar a pincel sin que se note demasiado que uno no es muy ducho, y además tiene muy poco olor. Sin embargo, y al contrario de lo que suele creerse, no todos los poliuretanos, por poner un ejemplo de pinturas náuticas modernas, requieren la aplicación con soplete. Los hay que permiten ser aplicados también con rodillo o con pincel y dan acabados muy buenos. Desde ya, y tal como lo vengo diciendo hace en esta serie de artículos, el resultado final dependerá de la mano del pintor.

 

Los metálicos

En barcos de construcción metálica, sea de acero naval o de aluminio, la protección anticorrosiva de los interiores estará dada, al igual que el exterior del casco, por un primer epoxídico adecuado, mientras que el acabado puede ser poliuretano, esmalte sintético o incluso una pintura de caucho clorado. En toda la superficie interna del casco, con excepción de la sentina y el compartimiento del motor, es muy recomendable dar dos manos de epoxy bituminoso, poniendo particular énfasis en cubrir todo. En sentina y motor, dos manos de epoxy autoimprimante blanco darán protección suficiente y la visibilidad necesaria. Recuerde que hay epoxies bituminosos que se dan directamente a hierro, acero y aleaciones de aluminio, sin imprimación previa. Esto reduce considerablemente el tiempo de trabajo.

 

Por supuesto, lo de siempre: procúrese un buen asesoramiento y haga las cosas como recomienda el fabricante de la pintura. 

 

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